Esta mañana en la hora de tutoría hemos hecho una oración especial para dar la bienvenida al nuevo año donde los jóvenes tienen mucho que decir y que aportar como nos lo ha dicho el Papa Francisco en el anuncio y preparación del sínodo de los jóvenes 2018.
Un papa que no deja de sorprender y de acercarnos a las necesidades de los demás, mostrándonos el lado más humano y cercano a Jesús de Nazaret que con su ejemplo nos marcó el camino, la verdad y la vida que nos llevará a ser felices de verdad.
Desde el equipo de Pastoral queremos compartir contigo esta oración.
Oración de Año Nuevo.
Este nuevo año que comenzamos tiene un matiz especial para nosotros. En el mes de octubre se celebrará en Roma el XV Sínodo de los Obispos para tratar de la Juventud. Sí, pero la Iglesia católica lo quiere hacer solicitando la participación de TODOS LOS JÓVENES. Y para ello está pidiendo vuestra participación, vuestras ideas, dudas, preocupaciones y críticas… Sí todo lo que tenga que ver con la vida y el futuro de los jóvenes.
El papa ha realizado una llamada a TODOS a colaborar.
Vayamos por partes:
a) Pero, ¿qué es un sínodo?
b) ¿Cuántos se han celebrado?
Desde que se instituyeron en 1967 al finalizar el Concilio Vaticano II ya se han celebrado 27. El próximo pues hará el número 28, pero dentro de la categoría de los Sínodos Ordinarios será el decimoquinto.
Son convocados por el papa a través de una carta enviada a todo el mundo.
Carta del papa a los jóvenes del mundo.
c) ¿Cuándo se convocó el próximo Sínodo?
Acabamos de escuchar que hace ahora un año el Papa escribió esa carta-convocatoria. Desde entonces muchos movimientos juveniles, grupos de catequesis y parroquiales, colegios y universidades están participando en la recogida de ideas y datos para presentarlos en el Sínodo.
Nosotros también lo hicimos en el mes de noviembre a través de la Congregación de las MM. Escolapias de la provincia de Aragón, que puso a nuestra disposición una encuesta informatizada. Por ello podemos sentirnos orgullosos de haber colaborado en describir cómo es nuestra vida juvenil con sus luces y sombras, sus retos y sus ilusiones. De algún modo habéis dejado vuestra firma en este trabajo presinodal.
d) ¿De qué va?
Como el mismo Francisco dice en su carta:
“Tengo el agrado de anunciarles que en el mes de octubre del 2018 se celebrará el Sínodo de los Obispos sobre el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». He querido que ustedes ocupen el centro de la atención porque los llevo en el corazón.
Cuando Dios le dice a Abrahán «Vete», ¿qué quería decirle? Ciertamente no le pedía huir de los suyos o del mundo. Su invitación fue una fuerte provocación para que dejase todo y se encaminase hacia una tierra nueva. Dicha tierra, ¿no es acaso para ustedes aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?
Sin embargo, hoy, la expresión «Vete» asume un significado diverso: el de la prevaricación, de la injusticia y de la guerra. Muchos jóvenes entre ustedes están sometidos al chantaje de la violencia y se ven obligados a huir de la tierra natal. El grito de ellos sube a Dios, como el de Israel esclavo de la opresión del Faraón.
Un mundo mejor se construye también gracias a ustedes, que siempre desean cambiar y ser generosos. No tengan miedo de escuchar al Espíritu que les sugiere opciones audaces, no pierdan tiempo cuando la conciencia les pida arriesgar para seguir al Maestro. También la Iglesia desea ponerse a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las dudas y las críticas.
Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores. San Benito recomendaba a los abades consultar también a los jóvenes antes de cada decisión importante, porque «muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor» (Regla de San Benito III, 3).
Y de una manera especial pide la colaboración de las mujeres, a veces tan olvidadas en la Iglesia en los siglos pasados. Vosotras tenéis otra sensibilidad…
Francisco: aprender a llorar.
Deseo también recordarles las palabras que Jesús dijo un día a los discípulos que le preguntaban: «Maestro ¿dónde vives?». Él les respondió: «Venid y lo veréis».
También a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continúa resonando en el corazón de cada uno para abrirlo a la alegría plena. Esto será posible en la medida en que, a través del acompañamiento de guías expertos, sabrán emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida.
Francisco: no necesitamos jóvenes museo.
Ójala que al igual que la joven María de Nazaret sepamos dar un SI generoso y audaz a Dios en nuestra vida.
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